jueves, 3 de mayo de 2012

Patrimonio cultural en el Museo Ignacio Agramonte de Camagüey

Las flores en las colecciones
Que mayo sea considerado el mes de las flores es una idea que desborda
los bailes y festejos que en múltiples pueblos del mundo realizan los
jóvenes en torno a un árbol adornado de cintas y frutas. Mayo es un
mes que por su colorido incita a una espontánea alegría, no en vano
entre sus días está el que se dedica a las madres. ¿En qué medida la
apropiación que los hombres han hecho del universo de las flores
condiciona tanta dicha?
Una aproximación al lugar que ocupan las flores en el imaginario de
los seres humanos devela que bastaría su existencia para establecer un
acertado sistema de comunicación, pues la connotación sígnica de las
flores es tan plural y diversa que entronca con ese mirar
antropológico con el que debe mirarse el patrimonio cultural. Las
flores son, por naturaleza y connotación, por su estructura-función, e
incluso por aristas tan inefables como su fragancia y delicadeza,
muestra de una diversidad tan inatrapable como la totalidad de la
naturaleza humana. De ahí su acomodo a cuantos contextos existen.
Masculinas, femeninas o hermafroditas; símbolo de una pureza que le
erige en culto a la virgen en el mes de mayo, particularmente desde la
blancura de la azucena; cordiales, solitarias o simplemente aisladas
en su relación; al servicio de la arquitectura en la definición del
rosetón de muros y techos; o el arte de la navegación con la de "Rosa
de los vientos"; o compendio de la conducta humana al llamar
"Girasol" a la persona que procura granjearse el favor de un príncipe
o poderoso, o se comenta de la improductividad de un discurso con la
frase "echar margaritas a los cerdos"; aleccionadora en moral desde el
relato popular La flor del lilo-va. Las flores, amén del significado
que cada una tiene en relación con los sentimientos: amistad, lealtad,
cariño, amor…, sirven de referente a cuanto tienen los hombres que
decir entre sí.
Dentro de las colecciones que atesora el Museo Ignacio Agramonte la
flor está presente en todas ellas. Quizás en algunas piezas estén solo
en función decorativa, mas creo que no es fortuita su presencia en
ninguno de los casos. Se exhiben en el Museo por estos días piezas de
Artes Decorativas, Farmacia, Grabaciones Sonoras, Carteras y
sombreros, Abanicos, y Publicaciones, en los que las flores se hacen
presentes. Leer e interpretar estos exponentes puede ser un sendero
para reconocernos a nosotros mismos; combinar la naturaleza y utilidad
de la pieza con la de la flor que contiene puede ayudarnos en este
acertijo.

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